Hipocresía constante

A veces no nos paramos a pensar que vivimos en una hipocresía constante de las personas. Este mundo que hoy nos contempla, puede asegurar que las personas tratan de imponer una filosofía que ni ellos mismos predican. A esto le llamo yo un mundo de las ideas, que a diferencia del de Platón, este se pretende alcanzar no por el esfuerzo propio, sino por el ajeno. Arrogantes son los que van de moralistas con absolutamente cualquier aspecto de la vida y pretenden que hagas algo por el beneficio del "planeta", "mundo" o incluso "humanidad", cuando la realidad es que quieren que lo hagas para su propio beneficio. Ejemplos cotidianos los encontramos en cualquier aspecto de la vida, desde lo que comemos: "no comas carne, come ecológico", "el veganismo es lo mejor", hasta lo que votamos: "no votes al trifachito", "si votas en blanco, solo haces que ganen los de siempre", y esto en nuestras manipulables mentes, provoca el atontamiento severo de la población. Pues estas personas que se dejan influenciar por tales corrientes, son incapaces de tener raciocinio propio. Esto, sin lugar a dudas, provoca que ni tan siquiera sean capaces de razonar el porqué de sus ideas, pues simplemente repiten algo que ni siquiera han escuchado, simplemente oído y de casualidad en muchos casos.

Y no, no estoy diciendo que estos pensamientos no sean válidos ni muchísimo menos, pero sabemos de sobra que estas frases las podríamos encontrar en boca de una gran cantidad de personas que, sin saber qué quieren decir, las repiten como auténticas imprentas del siglo XV. A esto se le suma que la persona que supuestamente tiene esta verdad absoluta ni siquiera predica con el ejemplo, pues es mejor ser moralista que practicante, con lo que hunde más la defensa de sus ideas.

A día de hoy pienso que esto está provocando una ausencia del pensamiento propio más que ninguna otra cosa, y además, no veo que vaya a llegar a su fin. Mucho tendrán que cambiar las cosas para que la gente deje de ser la gente y consiga que su idea sea distinta en más o menos medida a la de su vecino de al lado.